Las claves para descubrir el sentido personal en el trabajo están y siempre han estado a nuestro alcance. Si basamos nuestra vida en el sentido, podemos ser brisa o huracán. También se puede encontrar el sentido a través de nuestra propia incapacidad.
En todo momento tenemos por delante el desafío de llegar a saber quiénes somos, cuáles son nuestros valores y cuál es la mejor forma de vivirlos. Cuando actuamos centrados en lo que somos y en lo que representamos, sinceri-dad, justicia, amabilidad y amor, nuestras vidas se asocian al sentido, tanto en la vida laboral como en la personal.
Cuando vivimos y trabajamos con sentido, podemos escoger el sentido, compartirlo y fabricarlo. Podemos escoger nuestra actitud frente a la vida y el trabajo.
La vida es un proceso de relación donde lo interno y lo externo de nuestras existencias (vida familiar, social, laboral o grupal) son la misma cosa. Solo podemos entender el problema de nuestra existencia con su desorden y todo su sufrimiento, por la relación interna y externa de nuestros pensamientos y nuestros actos.
Tenemos que observarnos a nosotros mismos tal como somos, y explorar a gran profundidad el significado de la existencia, el sentido de nuestras vidas y la significación de nuestras actividades. Uno tiene que ser al mismo tiempo, tanto el maestro como aquello que es enseñado. Y esto únicamente es posible cuando hay un sentido de observación, de ver las cosas en uno mismo tal como son.
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