domingo, 8 de julio de 2012

TRES REGLAS PARA EL PROGRESO ESPIRITUAL

Existen reglas muy simples a las cuales me referiré, y constituyen la base de las verdades que ustedes aceptaron como necesarias para todo progreso espiritual. Los maestros aceptan estos requisitos y reconocen que los poseen todos aquellos que toman bajo Su tutela y los fusionan en sus grupos para prestar servicio, y son: 
1.     La reconocida necesidad de sintonizarse, hasta donde le es posible al aspirante individual, con la necesidad mundial, a medida que aparece gradualmente. Debe tenerse en cuenta que los requisitos, para quienes desean trabajar y traer a la existencia el nuevo mundo, serán muy distintos de los del pasado. No debe olvidarse esto. La necesidad mundial debe ser encarada mental y espiritualmente, no emocionalmente. Muchos aspirantes y seudo-discípulos son emocionales, evitan enfrentar los hechos existentes y abordan los problemas con sus propias ideas preconcebidas de servicio y con sus propios idealismos establecidos.
2.     La adquisición de un sentido más sutil de los valores. Descanso, ocio, diversión, discusiones y críticas, no tienen cabida en la vida de un discípulo durante los próximos años. Se requerirá un sensato manejo del mecanismo físico, más una divina indiferencia a todo sentimiento personal y a las reacciones de la salud. Completa dedicación a satisfacer la necesidad humana; total consagración al Plan; colaboración inteligente con aquellos que reconocen que son discípulos avanzados...
3.     El desarrollo de una mente fluida y una actitud que reconozca el hecho de que -aunque el Plan permanece- las técnicas, las presentaciones, los idealismos y los métodos, deben necesariamente cambiar. Esto no es fácil. El Plan, tal como lo he delineado en el pasado, sólo era un delineamiento estructural y simplemente una estructura básica subyacente. Constituyó el armazón de acero para el venidero nuevo mundo, en lo que respecta a esa parte del mismo que ustedes podrían ayudar a materializar. 
No es fácil para la persona común ser flexible y cambiar detalles y métodos en relación con lo enseñado en el pasado, y sobre lo cual ha desarrollado ideas definidas y características. Por lo tanto, ¿están dispuestos a arrojar las ideas por la borda y trabajar para satisfacer la necesidad del nuevo mundo bajo las nuevas y entrantes influencias?
Discipulado en La Nueva Era Tomo I, AAB/DK

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